miércoles, 13 de abril de 2016

LA IMPORTANCIA DEL COLOR EN LA DECORACIÓN.

La elección del color, es un factor fundamental en el proceso de la decoración interior de cualquier estancia, ya que a través de él, podemos crear distintos ambientes y modificar la sensación del espacio.

Básicamente los colores se dividen en cálidos y fríos. En el siguiente círculo cromático puedes ver cuáles son.

El círculo cromático es una herramienta que usan los profesionales, como decoradores o interioristas para observar la interacción de los diferentes colores.

En dicho círculo encontramos los tres colores primarios (no se pueden obtener utilizando ningún otro color): el rojo, el azul y el amarillo; tres colores secundarios, que son el violeta, el verde y el naranja, que se obtienen mezclando dos de los colores primarios y por último seis colores terciarios, también llamados colores secundarios. Estos colores son importantes en la decoración, ya que permiten crear muchas armonías.


Los colores cálidos provocan sensación de cercanía, son vitales, activos y alegres, estimulan nuestros sentidos creando ambientes más sensuales, los fríos proporcionan ambientes tranquilos y relajantes, aunque utilizados solos pueden dar efecto de poca intimidad y de tristeza. Es aconsejable utilizar la gama de colores fríos en estancias cálidas y soleadas, para contrarrestar la frialdad que pueda transmitir el color. 










Otro de los efectos que se logra con el color, es aumentar o disminuir la sensación de espacio, aunque influye mucho el resto de la decoración, mobiliario, iluminación, etc., la utilización de colores cálidos da lugar a la sensación de espacios menos amplios, así como la utilización de colores fríos, espacios más amplios.

















No obstante si se combinan colores oscuros con detalles blancos o claros en el mobiliario, las paredes o en el solado, el aspecto de pequeñez de una estancia, puede desaparecer.


En la decoración se puede utilizar el color de dos formas, en armonía o contraste. 


DECORACIÓN EN ARMONÍA.
Cuando un mismo color varía en diversas tonalidades, más o menos claras, hablamos de armonía. Obtener una armonía sutil entre los colores puede parecer complicado, la clave está en utilizar colores contiguos en el círculo cromático, dotando a la estancia de una sensación agradable a la vista.

Decoración en armonía monocromática.
En una decoración monocromática se utiliza un solo color, que pueda dividirse en diferentes tonalidades. Por ejemplo si optamos por el violeta, este podría utilizarse en una misma estancia en diferentes tonalidades, yendo desde el violeta más oscuro hasta el más claro. Este tipo de decoración es muy clásica, pero de los más elegante. lo ideal es utilizar un tono claro para las paredes, y detalles más oscuros en accesorios. El principal problema con esta decoración es que nos podemos cansar de ver siempre el mismo color. 



Decoración combinando el color con tonos cercanos.
La base de esta decoración es utilizar dos o tres colores cercanos en el círculo cromático, como el violeta, el rosa y el naranja. Su cercanía implica una cierta armonía.
En la práctica por lo general se selecciona un tono dominante. Por ejemplo el azul puede ser el color elegido para las pareces, mientras que el violeta o el verde se utilizarán en cuadros, cortinas, stickers, etc.


Decoración encontraste.
En este caso se trata de elegir dos colores opuestos en el círculo cromático, por ejemplo, naranja y azul, verde y rojo, azul y amarillo. Es difícil dominar este tipo de decoración y crear una buena combinación, pero cuando lo conseguimos el resultado es excepcional, creando espacios más dinámicos, de fuerte carácter con un toque muy personal.


Combinar estos con muebles de tonos neutros como madera o el metal oscuro, puede ser una buena elección. Igualmente sería aconsejable, colocar pinceladas de un color cercano a estos para restarles fuerza.



El constaste también puede hacerse con colores neutros como el beige, el blanco o el gris. Estos tonos son esenciales para la decoración, ya que combinan con todos los matices, suavizan las mezclas demasiado fuertes y aportan elegancia.






Por último algunos consejos.

Utilizar tapizados suaves, con los tonos oscuros y cálidos ayudado de una iluminación puntual, convertirá su espacio en un lugar más íntimo.

Si lo que quiere es lograr un efecto de amplitud, es decir, agrandar un pequeño espacio, los tonos deben ser claros y suaves, pues los colores oscuros y cálidos, transforman el espacio en un ambiente de mayor intimidad y son más acogedores, combinar colores fríos y claros, darán sensación de espacios abiertos y grandes.

Es conveniente tener presente que los colores oscuros, tanto fríos como cálidos absorben la iluminación en mayor medida que los suaves, dando como resultado ambientes más cercanos y menos amplios. 

Realice un análisis de las cosas que posee y que no utiliza o necesita, pues tener cosas de más, hará que el espacio luzca más apretado. Reduzca los elementos que están a la vista, mantenga siempre todo organizado, pues tener cosas tiradas no es para nada favorable.

Puede abrir el camino, utilizando muebles y accesorios que no causen bloqueo a la vista, como por ejemplo una silla sin brazos y una mesa baja y deje los pasillos libres.

Procure que en los espacios penetre la iluminación natural, esto ayuda a la amplitud. No utilices cortinas pesadas que recarguen el espacio. 

Todo lo que necesita hacer es elegir los colores adecuados, que concuerden con el estilo deseado, para crear un ambiente sofisticado y con clase ó bien alegre e informal, pero siempre manteniendo una afinidad. Es bueno no olvidarse de jugar con los colores, a fin de encontrar la combinación perfecta.