martes, 19 de julio de 2016

TEMPERATURA DE COLOR DE UNA FUENTE DE LUZ.

La temperatura de color de una fuente de luz, se define comparando su color dentro del espectro luminoso, con el del color de la luz que emite un cuerpo negro al ser calentado, ya que según la temperatura que alcance, emitirá un color u otro, de ahí el nombre "temperatura de color", siendo su unidad de medida el Kelvin (K).

Se denominan fuentes lumínicas cálidas, aquellas que tienen un tono de color cercano al rojo y frías las que tienen el tono próximo al azul.

En la gráfica siguiente podéis ver la variación de la tonalidad, en función del valor de la temperatura de color.


La elección de la temperatura de color a la hora de comprar una luminaria o bombilla depende del gusto del usuario, siendo no obstante aconsejable en baños, cocinas y oficinas una temperatura de color frío, en el resto del hogar la neutra y la cálida para restaurantes, bibliotecas, tiendas de ropa, ect.


Otro valor normalmente indicado en las bombillas e interesante, es el indice de reproducción cromática, expresado con las siglas (CRI ó Ra).

Dicho indice es una medida de la capacidad que tiene una fuente luminosa, para reproducir fielmente los colores de varios objetos, en comparación con una fuente de luz natural o ideal. Las lámparas con un CRI ó Ra elevado, se utilizan en las zonas en las que los colors son importantes, como en tiendas de ropa, fotografía o en el cine.


En función del valor Ra, podemos esperar la siguiente fiabilidad:


Ra < 60 pobre

60 < Ra < 80 buena

80 < Ra < 90 muy buena

90 < Ra < 100 excelente

Para usos en el hogar, un indice entre 60 y 80 nos permitirá apreciar los diferentes colores con buena calidad.

Los valores entre 80 y 100 se consideran muy eficientes y son recomendables para talleres de pintura, industrias y hospitales, zonas en las que una pequeña variación del color puede ser muy importante.





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